Se habla de tecnología por todas partes como si su sentido fuera evidente. Sin embargo, el terreno está minado de definiciones de todo tipo: algunas son fáciles, incluso cliché, mientras que otras son más refinadas y seducen por estar vinculadas a grandes nombres de la historia del pensamiento.
Este libro invita a una exploración, cuyo objetivo es ganar altura filosófica. El autor, como un guía paciente y gentil, primero calibra los instrumentos de observación, ayuda a tomar distancia de lo familiar, a afinar el oído para identificar eslóganes y a escoger criterios que funcionen como brújulas en el resto del camino. Iniciado el recorrido, se atraviesan los agitados mercados del llano, donde las ofertas disponibles reducen la tecnología a objetos y artefactos, la confunden con lo digital o la exaltan como innovación. Se visitan luego distintos campamentos lejos del ruido, en los que se encuentran concepciones menos precarias, como las vinculadas al instrumentalismo o al determinismo. Pero como tampoco estas satisfacen del todo, la marcha se endereza, por fin, hacia un terreno un tanto más firme donde lo que se encuentra es algo inesperado, original y cargado de sentido.
Al concluir la travesía, el lector seguramente estará mejor preparado para comprender el paisaje humano-técnico que lo rodea y, sobre todo, para comprenderse mejor a sí mismo, porque entenderá que él crea tecnología, pero la tecnología también lo crea a él.
