El narrador reivindica la creación por la creación misma, como entidad que existe en la medida en que se enuncia y que no es espejo más que de sí. Esta vieja bandera de tantas vanguardias históricas puede sonar como un llamado trasnochado, pero en tiempos de lecturas hiper literales y de exigencias de representación ultra mimética, su clamor cobra nuevos sentidos, nuevas actualidades, a la vez que echa luz sobre toda la obra del autor, que viene produciendo en la tensión tectónica de géneros (crónica, ensayo, poesía, narrativa) con fluida naturalidad.
Mateo Arizcorreta, blog Afuera
La suya es una ciencia ficción de fuerzas desatadas en la que todo se va de madre, como si al escritor le gustara jugar a controlar un relato en un mundo donde las reglas parecen abolirse o funcionar de manera antinatural o inesperada. Lo mismo sucede con la escritura de Delgado, que es seria y graciosa a la vez, y funciona construyendo un mundo ficcional y reflexionando sobre él. [. . .] El mundo de Elecciones internas podría homologarse a un universo cuántico que se dobla y se desdobla, en el que la observación [. . .] produce la realidad.
María José Santacreu, semanario Brecha