¿Por qué este libro es especial?
Porque es una obra muy curiosa, en la que su autor, dotado de una gran erudición, analiza uno de los aspectos más controversiales de la condición humana.
“El libro analiza las representaciones y los discursos acerca de la flagelación en la cultura Europea desde los alrededores del año 1000 hasta principios del siglo XX. Todo comienza con los textos del reformador monástico benedictino Pedro Damian (1007-1072), quien logra la implementación de la autoflagelación voluntaria como técnica cotidiana en los monasterios. En el otro extremo de la historia delineada por Largier se encuentra un episodio de fantasías de flagelación en”La búsqueda del tiempo perdido” de Proust. En el camino están el misticismo medieval, los auto-flagelantes que recorrían Europa durante el Renacimiento, el discurso médico de la Ilustración, el marqués de Sade, la psiquiatría, la literatura pornográfica y el psicoanálisis. El aspecto más prominente del libro es no ver una oposición entre las prácticas de flagelación religiosas y las sexuales, sino una continuidad y una semejanza. Largier intenta demostrar que los métodos y los objetivos de la flagelación de un monje en su celda en el año 1100 y los de una prostituta en un burdel en el año1900 son muy similares. En ambos casos se trata de alcanzar una experiencia sensorial artificial (mística o sexual) que escapa a los parámetros “normales”, “racionales” y “sensatos”. Largier destaca asimismo el aspecto teatral de la flagelación. Ya sea en el el claustro de un monje o en una escena pornográfica, la flagelación es una puesta en escena frente a los ojos de algún otro (de Dios o de un voyeur). En este sentido, la flagelación conlleva un desarrollo de la imaginación a través de esta mirada teatral del sujeto que experimenta su propio cuerpo como algo externo y puede así construir un tipo de experiencia artificial y sublime. En este sentido, lo que une todos los textos y discursos que el libro analiza es “La escenificación del cuerpo en relación con la excitación de la fantasía”. Partiendo de estas premisas, los textos son iluminados en aspectos antes insospechados.”
- Gustavo Riva, reseña para la revista Luthor nro. 9