Ginny Murphy se siente cómoda entre chicos. Con ellos la amistad fluye de forma fácil... siempre y cuando no se enamoren de ella y viceversa. Por eso se mantiene fiel a esa norma. Pero cuando conoce a Adrián Silvas, Ginny empieza a cuestionarse sus propias reglas.
Adrián es el único chico que ha conseguido despertar en ella algo especial, y poco a poco, la relación entre ambos se vuelve seductora y arriesgada. Ginny amenaza con destruir las convicciones de Adrián sobre el amor: desde que le rompieron el corazón a su madre, cree que no merece la pena. Ginny, por su parte, también tiene un escollo. Dejar que Adrián se acerque demasiado podría desvelar un secreto que lleva tiempo guardando: sufre un trastorno alimentario.